Nuestro héroe corre por toda la interminable cancha dominando el balón y esquivando jugadores contrarios, haciendo múltiples malabares y cabriolas, apoyado por sus entusiastas compañeros de equipo, fans y admiradores; disfrutando de la carrera, de la velocidad, del camino, de la vista, de sus pensamientos… 


El portero enemigo se aburre en la espera… cabecea, se le cierran los ojos y se duerme… 
¡Justo ese es el momento que nuestro héroe estaba esperando! 
Toma velocidad, afina la puntería, calcula ¡Y le pega con fuerza a la pelota! 
Vemos como el esférico vuela hacia el arco contrario. 
Vemos las caras expectantes de los jugadores. 
… 
El portero arquero despierta ante el repentino silencio. 
Se levanta, se lanza y estira los largos brazos intentando bloquear el tiro. 
El público y también los jugadores miran con la boca y los ojos abiertos al balón que va girando en el aire en cámara lenta… 
Acercándose más y más… ¡y aún más! a la portería. 


Aguantamos la respiración… 
… 
Después de un largo rato no podemos más y nos vemos obligados a respirar, así que tenemos que darnos un momentáneo respiro en eso de no respirar. Después de eso continuamos aguantando la respiración… 


Finalmente vemos la repetición desde todos los ángulos posibles, de cómo la mano del portero roza el balón ¡y estuvo a punto de evitar la tan ansiada anotación! 


Vemos las caras felices entusiasmadas de los ganadores, así como los rostros tristes y frustrados del equipo perdedor. 


Nos desgañitamos y se nos secan las gargantas mientras exhaustos de la emoción vivimos felices para siempre gritando ¡¡¡¡¡GOOOOOOOL!!!!! 


Hasta el inicio del siguiente episodio…