El joven escucha sobre la hermosa muchacha atrapada en la torre del Castillo, dormida esperando a que la salven del feroz dragón que la resguarda, y que entonces la besen y despierte para que vivan felices para siempre. Entonces decide ir a rescatarla.
En el camino pregunta en dónde está el castillo. Le dicen que al norte, otros que al sur, algunos comentan que al este y hay quienes aseguran que al oeste.
Camina y camina por muchos días. Cruza ríos, desiertos, pantanos, llanuras y montañas.
Pasa mucho tiempo.
Esto ha sido bueno porque él era flacucho y ahora con el ejercicio se ha fortalecido.
También le ha servido para razonar.
Porque se da cuenta y concluye de que la gente en realidad no sabe donde está el castillo en el que está atrapada la princesa.
Lo piensa un poco más y decide subir a la más alta montaña. Una vez allí busca con la mirada el fuego del dragón. Lo localiza y entonces se dirige hacia ese lugar. Encuentra al feroz dragón y lo enfrenta. Gracias a su ahora fuerte condición física, logra vencerlo. Sube con agilidad la alta torre, ve a la hermosa mujer acostada y la besa. La Bella durmiente no despierta. ¡Lo único en lo que el valiente joven no se ejercitó fue en el arte de besar!
Camino a rescatar a la Bella durmiente
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