Categoría: Reglas

  • Las cosas caen por su propio peso

    Las cosas caen por su propio peso.  Excepto cuando caen por el peso de otras cosas que son unas pesadas que se divierten haciendo que caigan las cosas que no caen por su propio peso. 

  • Metamorfo.sys

    /** * @author  Gregorio Samsa * @version 1.99999 */ public class Metamorfo.sys {  El código cambia,      se altera      se modifica  hasta que finalmente despierta  después de un sueño intranquilo  «convertido en un monstruoso bug».  // Para algunos un error,  // para otros, simplemente una funcionalidad  // o mejora no prevista,  // no planeada.  }

  • Saliéndose del papel

    ¿Le gustaré? ¿Le pareceré bonito? Se pregunta preocupado el príncipe.  Mientras, la princesa lucha valientemente contra el escritor.  Y el dragón escribe este cuento saliéndose del papel que tradicionalmente le imponen.

  • Respuesta a la queja del ciudadano No. 911’705,468v3.0

    Ciudadano No. 911’705,468v3.0:  Nos dirigimos a usted para notificarle que recibimos su comunicado de queja, sin embargo le informamos que el formato empleado no es el adecuado. De acuerdo a lo indicado en el procedimiento PRR.7231865/3012XZ sírvase utilizar la forma QCOM-4335@W. Adicionalmente se requiere que amplíe el texto transmitido. «¡AY!» es insuficiente.

  • Al paso

    Aquel peón estaba nervioso. Miraba con recelo al peón contrario que tenía muy cerca. Gulp, pensó, si avanzo un paso, me come. Pero entonces se tranquilizó al recordar que aún no se había movido así que podía optar por avanzar dos casillas. Pero al recorrer ese par de casillas se sorprendió al ser capturado. El…

  • Cuento de SantaClaus: Santa Clós de Rancho

    SANTA CLOS DE RANCHO  por Héctor Ugalde (UCH) Todo comenzó con una idea mía. ¡Bueno! Yo sé que ahora todos en el pueblo dicen que fue idea suya, pero lo recuerdo perfectamente, y sí, fue idea mía. Aunque mi idea no fué exactamente esa. Es decir que mi idea no tenía nada que ver con…

  • Las piezas se sentían observadas…

    Las piezas se sentían observadas. Como si alguien, allá arriba, lo viera todo y supiera lo que iba a pasar. En esos raros momentos las pobres piezas se sentían pequeñas e insignificantes, inquietas de no saber a dónde las llevarían sus pasos. Pero curiosamente al mismo tiempo esta extraña sensación les da la seguridad interior…