El príncipe valiente está todo el día sentado confortablemente en un sillón tomando cerveza, viendo la televisión y jactándose de haber vencido al dragón.
La princesa, triste, lo observa en silencio, recordando con añoranza los tiempos en que había una vez la posibilidad de ser felices para siempre.
Había una vez la posibilidad
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