Me acusan de haberla tocado inapropiadamente.
¡Pero yo qué voy a saber, si simplemente la vi, con sus tentadoras curvas y perdí la razón por completo!
La abracé, puse mi boca en su boquilla, y entonces con mis dedos la recorrí de extremo a extremo y la fui apretando poco a poco.
Sí. Lo acepto. Yo, sin saber lo que hacía, me puse a tocar la trompeta creyendo que era Tuba.
Toque inapropiado
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