Las sirenas saben que el canto es tan sólo el inicio de la cacería, la cual termina en el silencio de su piel.
Publicado
en
por
UCH Héctor Ugalde Corral
Etiquetas:
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
Comentario *
Nombre *
Correo electrónico *
Web
Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.
Δ
Deja una respuesta