Categoría: Sirenas
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Las sirenas callaron
Las sirenas callaron desde que sus corazones encallaron.
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Competencia
Las voces en la cabeza del marinero compiten con los cantos de las sirenas. Finalmente sucumben todos: marino, voces, el barco… incluso el mar.
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Las sirenas no existen
Las hermosas mujeres desnudas mitad pez son solamente el decorado, la publicidad. El que canta, lo que atrae, quien es la verdadera sirena, es el mar… El fondo del mar. La sirena es solamente el anzuelo.
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Sirenas de noche
Las sirenas al llegar la noche se van quitando la peluca, las almohadillas para aumentar el busto, el traje ajustado con cola de pescado que oculta sus piernas. A continuación se despintan y limpian el maquillaje que cubre su cara. Finalmente apagan el aparato reproductor de música y se duermen completamente mudas; sin rastro alguno de lo que no son.
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Sirenas enamoradas
Cuando se enamoran, las sirenas sienten peces de colores en el estómago.
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El silencio de su piel
Las sirenas saben que el canto es tan sólo el inicio de la cacería, la cual termina en el silencio de su piel.
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La suerte de las sirenas
La suerte de las sirenas depende de cuánto mar hay en el hombre atraído por sus cantos. La suerte del hombre atrapado depende de cuanto de tiburón quede en la sirena.
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Mesticismo
Para las sirenas su dios tiene cuerpo de humano y cabeza de pez. Aunque no cante.
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Canto, encanto y desencanto de las sirenas
El verdadero peligro de las sirenas no es el canto, ni el de sentirse atraído y caer bajo sus encantos. El verdadero peligro de las sirenas es el desencanto al darnos cuenta de que las promesas de sus voces son meras ilusiones. Lo terrible es saber que en realidad ellas son terrenales. Casi como nosotros.
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¡Lotería!
Tuve suerte: La sirena que me tocó en la Lotería era muda.