Toda mi vida la dediqué a inventar una máquina del tiempo. 
No sé porque en las novelas y películas muestran al inventor queriendo ir a ver a los dinosaurios, o el viejo oeste, o a alguna época específica de la historia. Yo lo que deseo es simplemente regresar y ver de nuevo a mi madre, a mi padre, a mis abuelos; a los queridos familiares y amigos que han muerto, que se han ido y que no podría volver a ver jamás. 
Sin embargo, crear la máquina del tiempo me ha llevado toda mi vida. Y no lo he logrado. 


Entonces me sorprendo cuando ya al final de mi vida, un hombre aparece frente a mí, metido en algo parecido a mi máquina en la que he estado trabajando tanto. 
Me dice que es mi nieto. 
Yo sonrío. 
Le pido que me lleve con él un poco más al pasado. 
Nuestro pasado.