En realidad…
por Héctor Ugalde (uch)
por Héctor Ugalde (uch)
«Si la locura es no poder distinguir
entre lo que es real y lo que no lo es,
entonces la Realidad Virtual
entonces la Realidad Virtual
tiene como objetivo la locura.»
Soy feliz. Tengo todo lo que deseo, ¡Míren! una casa en la playa, mujeres, y si algo me falta, mi computadora de Realidad Virtual crea todo lo que quiero.
‘Querido, ya está la cena’. Abro los ojos y la casa, la playa y las mujeres desaparecen. Veo a mi esposa que se acerca sonriente. En eso, un enorme monstruo emerge atrás de ella y la devora. Ella ríe, y mi hijo, escondido detrás de ella también se ríe. El monstruo es un holograma de Realidad Virtual creado por mi hijo. Pero, ¿realmente tengo un hijo? ¿tengo una esposa? o es mi deseo de tener una familia. Suspirando, oprimo el contacto.
¿Prendí la compuV.R. o la apagué? Todo está igual, el cuarto, el escritorio, todo… Desesperado, oprimo varias veces el contacto, pero no ocurre nada. Alzando los hombros me levanto, pero en ese momento cambia el cuarto.
¿Qué está pasando? ¡Debe ser el control remoto telepático! Pienso ‘apágate’… pero no hay cambios. Pienso ‘préndete’ y sigue todo igual. ¡Carambas! Las piernas me tiemblan y me siento. En eso escucho el ruido del agua al caer.
Abro los ojos, y una mujer me mira fijamente. Es el espejo. ¿Yo soy esa mujer? esa mujer con ojeras que se echa agua fría en la cara para terminar de despertar.
¿Soy un sueño? Me pellizco, pero es inútil, pues sé que sentiré el mismo dolor que si me hubiese pellizcado realmente. Las imágenes vuelven a cambiar.
No es una mujer excepcionalmente hermosa, sólo bella. Siento su piel y mi sudor, siento las oleadas de placer que indican que el orgasmo viene…
Una multitud… gente que va y viene, camina o corre, de pronto me veo a mi mismo, voy de prisa, debo correr para alcanzarme y saber hacia donde voy.
Busco pistas que me indiquen si lo que veo y siento es la realidad o sólo son imágenes y sensaciones creadas. Pero no hay caso, si las hubiese, mi mente las borraría para hacer más difícil esta partida de ajedrez conmigo mismo.
No sé tampoco si esto es un sueño. No puedo distinguir si es un sueño real, o uno creado por la computadora de Realidad Virtual. Y así como en los sueños no se asombra uno de la irrealidad, ni le extraña a uno que sucedan cosas inexplicables, en estas fantasías de Realidad Virtual la realidad y el surrealismo onírico se mezclan y combinan.
La compuV.R. se alimenta de los datos de mi mente y recrea mundos y objetos que están en ella. Y entonces me pregunto ¿Yo soy yo, o una proyección de mi mismo? ¿Una proyección de mis pensamientos, de mis emociones, de mis deseos?
Trato de no pensar en nada, de dejar mi mente en blanco, pero no importa, las imágenes, los sonidos y las sensaciones siguen cambiando.
Disparos de laser. Varios soldados pasan corriendo junto a mi. Ahora las guerras son virtuales, guerras electrónicas de bits contra bytes… ¿Soy un soldado virtual? ¿Soy solamente una imagen, una proyección de la compuV.R.? ¿Soy la compuV.R.? ¿Soy el que usa o el usado? ¿Soy un soldado virtual que cree ser un soldado real? ¿Soy una mariposa que sueña que es un hombre?
De pronto la visión se obscurece, los sonidos se van, las sensaciones desaparecen… ¿Estoy muerto?
‘¡Listo!’ ‘El problema era que su compuV.R. fue contagiada por un ViVi, o sea por un virus virtual, vamos, vamos, ¡abra los ojos! Está todo arreglado’.
Abrí los ojos, ‘¡Era eso!’ ‘¡Sólo era un virus!’ y reí aliviado.
Entonces la imágen cambio de nuevo… en realidad nunca dejaría de hacerlo…
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