Categoría: Cuentos

  • Había una vez de mentiras

    Ella le dice «Te amo», pero miente.  Él le dice que la ama, pero miente.  Vivieron felices para siempre, pero el escritor miente.

  • No entiende como no vivieron felices para siempre

    No entiende como no vivieron felices para siempre.  Luchó contra el dragón, y lo venció. A continuación le dio el beso a la princesa, que de seguro fue de amor verdadero porque la despertó.  ¿Qué hizo mal? ¿Qué le faltó?  Lo que él no sabe es que ella fingía dormir; y que después simuló despertar…

  • Cuento para hadas al 99%

    Al ir leyendo se da cuenta de que el héroe no es 100% bueno, que el villano no es 100% malo, que el dragón no es 100% feroz, que la princesa no es 100% casta y que el escritor no es 100% imaginario.

  • ¿Fin?

    No entienden por qué se enojan. No entienden por qué se pelean. ¡Sí ya estaban viviendo felices para siempre!  Lo que no saben es que ya se acabó el cuento. Y comenzó la realidad.Ahora viene el mayor reto: Vivir felices para casi siempre.

  • Final de cuenta

    A final de cuentas vivieron 0.000000001 felices para siempre.  (Después de impuestos).

  • Historias a la mano

    Aquella adivina nunca se quedaba sin material de lectura. Siempre tenía sus propias palmas a la mano.

  • Cuento para armar

    Tomó el diccionario y armó un cuento, pero le sobraron piezas.

  • Las 1,001 noches de la Bella Durmiente

    La Bella Durmiente recibe el beso de amor que la despierta.  El príncipe tiene que permanecer despierto escuchándola contar los sueños de las 1,001 noches que pasó dormida.

  • Microcuento para armar (y colorear)

    besó a la princesa  y se convirtió en príncipe  espejito, espejito, ¿quién es la más bella del reino?  la Bella se enamoró de la Bestia  besó al sapo  y se convirtió en un niño de verdad  quería ir al baile en el palacio  en un reino muy lejano  y se calzó sus botas de siete…

  • En la obscuridad

    Espera a que sea de noche para ocultarse bajo las sábanas y poderse dedicar a su obscuro vicio. Encender una linterna de mano y contarse historias de terror a sí mismo.