Un día cayó en cuenta de que le faltaría tiempo para leer todos los libros que quería, para ver todas las películas que deseaba ver y para escuchar toda la música que quería escuchar. A partir de ese momento ya no duerme, ni come; no quiere perder su valioso tiempo en otra cosa que no sea en lo que quiere. Su vida concentrada en leer, escuchar y ver. Al poco tiempo fallece. Murió de sobredosis de vida.
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