Conferencia motivational

No se siente confiado. 
Así que antes de cada plática practica frente al espejo. 
¡Tú puedes! Se dice. 
¡Tú puedes! Se repite una y otra vez. 
Sonríe. Todo ha salido bien. 

 
Entonces le comienzan a temblar las piernas. 
Se le cierra la garganta. 
Se le nubla la vista. 
Se siente mareado. 
Su mente se pone en blanco. 
Una vez más quien tiene que salir a dar la cara por él es el espejo

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *