Cuando despertó…

Sonó el despertador. 

El hombre gruñó y se quejó…


Medio abrió un ojo… 
El hombre gruñó y se quejó…


Apagó el despertador. 
El hombre gruñó y se quejó…


Abrió el otro ojo. 
La luz entrando por la ventana le molestó. 
El hombre gruñó y se quejó…



Se sentó en la cama. 
El hombre gruñó y se quejó…


Se levantó. 
El hombre gruñó y se quejó…


Caminó arrastrando los pies… 
Se tropezó con la ropa tirada. 
El hombre gruñó y se quejó…

Fue al baño. 
Orinó tratando de atinarle a la taza. 
No logró atinarle. 
El hombre gruñó y se quejó…


Fue a la cocina. 
Buscó su taza favorita.  
Estaba sucia. 
El hombre gruñó y se quejó…


Enjuagó la taza.
C
argó el pesado garrafón de agua. 
El hombre gruñó y se quejó…

Intentó vaciar agua en la taza.
No salió nada. 

El hombre gruñó y se quejó…

Abrió el garrafón de agua. 
Vació agua en la taza. 
Se derramó el agua fuera de la taza. 
El hombre gruñó y se quejó…

Tomó el frasco de café. 
Puso dos cucharadas de café instantáneo en la taza. 
Tiró la mitad sobre la mesa. 
El hombre gruñó y se quejó…

Abrió la puerta del microondas. 
Metió la taza en el horno de microondas. 
Apretó el botón de start 5 veces. 
El hombre gruñó y se quejó… 

Cerró la puerta del microondas. 
Apretó el botón de start 5 veces. 
El hombre gruñó y se quejó…

Conectó el cable del horno de microondas. 
Apretó el botón de start 5 veces. 
El hombre gruñó y se quejó… de que el café no fuera en verdad «instantáneo». 

Sonó el molestó sonido BEEP BEEP del microondas. 
El hombre gruñó y se quejó…


Abrió la puerta del microondas. 
sacó la taza, la taza golpeó el plato y derramó algo de café. 
El hombre gruñó y se quejó…

Dió un trago. 
Se quemó la boca. 
El hombre gruñó y se quejó…


Sopló y meneó con la cuchara para enfriar el café. 
Dió otro sorbó y se volvió a quemar. 
El hombre gruñó y se quejó…

Siguió soplando y meneando el café. 
Con precaución se acercó la taza a la boca. 
Sacó la lengua. 
Se quemó la lengua. 
El hombre gruñó y se quejó…

Sacudió la cuchara y sopló con más fuerza. 
Dió un trago. 
El café estaba tibio, demasiado frío para su gusto. 
El hombre gruñó y se quejó…


Cuando finalmente despertó, el dinosaurio ya se había ido cansado de estar esperando a que el hombre despertara. 


Publicado

en

, , , , ,

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *