El magnífico trovador cubano Gerardo Alfonso cantando la simpática canción «El viejo que yo quisiera ser» del disco «La cima» del año 2009.
«Aunque aparezcan bastones
y los dolores de huesos sean a diario,
me moje los pantalones
o me salga una joroba como un dromedario.
Eso no
significa que me tengo que matar.
Eso no
significa que me estoy quedando atrás.
Eso no
significa que me van a callar.
…
Pero si yo pudiera escoger,
preferiría al viejo Compay,
después de tantos tumbos que dio
la vida lo premió como a un rey.»
https://www.youtube.com/watch?v=hbkW5FGMocM
Letra de la canción:
La vida va tras de mí
pinchándome los talones con su minutero,
el tiempo es un escultor
tratando con las arrugas que surcan mi cuero.
Y eso no
significa que me tengo que matar,
y eso no
significa que me estoy quedando atrás,
y eso no
significa que me van a callar.
El ron añejo es mejor,
más sabe el diablo por viejo
que por pendenciero.
Las modas van como un tren
mezclando estilos antiguos con nuevos modelos.
Y eso no
significa que me tengo que matar.
y eso no
significa que me estoy quedando atrás.
y eso no
significa que me van a callar.
Pero si yo pudiera escoger
el viejo que yo quisiera ser,
preferiría al viejo Compay
con sus viajes del Alto Cedro
a Marcané.
Pero si yo pudiera escoger,
preferiría al viejo Compay
después de tantos tumbos que dio
la vida lo premió como a un rey.
En el borde del destino
hay muchas sillas,
si te sientas se te astillan las quimeras del camino,
si no abres las pupilas te devasta el maremoto
con sus muchos, con sus pocos,
con sus sanos, con sus rotos.
Aunque aparezcan bastones
y los dolores de huesos sean a diario,
me moje los pantalones
o me salga una joroba como un dromedario.
Eso no
significa que me tengo que matar.
Eso no
significa que me estoy quedando atrás.
Eso no
significa que me van a callar.
Pero si yo pudiera escoger
el viejo que yo quisiera ser,
preferiría al viejo Compay
con sus viajes del Alto Cedro
a Marcané.
Pero si yo pudiera escoger,
preferiría al Diego Compay,
después de tantos tumbos que dio
la vida lo premió como a un rey.
Deja una respuesta