Mauricio Díaz El Hueso – Me estoy acostumbrando a que me corten el agua cada vez que no me alcanza y no me es grato

Mauricio Díaz «El Hueso» cantando la trabalengüística canción «Me estoy acostumbrando a que me corten el agua cada vez que no me alcanza y no me es grato Nada, Nada, Nada, Nada, Nada, Que No, Que No» del disco «…Planeo y planeo y no alcanzo y no llego…» del año 2015. 


«Me estoy acostumbrando a que me corten el agua
cada vez que no me alcanza y no me es grato
nada y nada y nada y nada y nada y nada y nada y nada y nada en seco. 
Planeo planeo y no alcanzo y no llego. 
Me dicen que ya sé si nado y nado una onda nada en nada de nadar.» 


«Acorralado en la mitad de la mitad de mí mismo 

el tiempo alarga la larga espera de mirar enumerar la caída de cada uno y todos los que ciegan la fe, la sed, la fe, la sed de ser distintos.» 


«¿Crees que por que tienes un refrigerador lleno, tarjeta de crédito, auto a la puerta y los nenes en un buen colegio, la muerte no puede estar esperando a cualquier momento cualquier instante en cualquier incierto cierto?» 



https://www.youtube.com/watch?v=_i7PjdYr9JY

Letra de la canción: 


¿Cuándo será el eterno darle y darle y darle y darle y darle cuerda al misterio? 
¡Ay que miedo! 
Me estoy acostumbrando a que me corten el agua
cada vez que no me alcanza y no me es grato
nada y nada y nada y nada y nada y nada y nada y nada y nada en seco. 
Planeo planeo y no alcanzo y no llego. 
Me dicen que ya sé si nado y nado una onda nada en nada de nadar. 


¿Cuando será el eterno darle y darle y darle y darle cuerda al misterio? 
¡Ay que miedo! 
Yo guardo un alfiletero agujerado de infiernos y un amigo se afana en afilarlos cada uno y todos al final del fin y al fin del fin del mar. 
Que espero y espero y pienso y pienso que pensando tanto y tanto entre tanto y tanto tanto tiempo se me van. 
Se me van a lanzar con la firme intención de ensartarme y darle cuerda al misterio. 
¡Ay que miedo! 


Una señorina me comenta que quisiera que cambiaran el ritmo. Que su cintura sufre el cinismo de tal basura. 
Que no halla sitio a su sabrosura. 
Que le hacen bailar sobre un cable vacío el vacío vacío al vacío. 
Me estoy acostumbrando a que me corten el agua cada vez que no me alcanza y no me es grato nada y nada y nada y nada y nada y nada y nada y nada y nada en seco. 
Planeo y planeo y no alcanzo y no llego. 
Me dicen que ya sé si nado y nado nada nada y nada de nadar. 
No tengo nada nada nada nada nada nada nada nada nada nada


Que no que no que no que no que no. 
Que no tanto que no ando teniendo que no hay que temer y aunque clavo y techo tus casas si no techo la mía en mi techo remachas. 
Día noche y tardes consuela de sombra tu rostro de broma ¡y qué mala broma! ¡Qué mala vibra! 
¡Qué mala vibración de tu sonrisa pared tras pared tras pared tras pared tras pared. Transparente mi vida. ¡Ay mi vida! Acorralado. 
Acorralado en la mitad de la mitad de mí mismo. 
El tiempo alarga la larga espera de mirar enumerar la caída de cada uno y todos los que ciegan la sed de ser distintos. 


Acorralado en la mitad de la mitad de mí mismo 
el tiempo alarga la larga espera de mirar enumerar la caída de cada uno y todos los que ciegan la fe, la sed, la fe, la sed de ser distintos. 


Una señorina me comenta que quisiera que cambiaran el ritmo. Que su cintura sufre el cinismo de esta basura 
Que no halla sitio a su sabrosura. 
Que le hacen bailar sobre un cable vacío el vacío al vacío. 
Me estoy acostumbrando a que me corten el agua cada vez que no me alcanza. 
Me estoy acostumbrando a que me corten el agua y no me es grato nada. 
Me estoy acostumbrando a que me corten el agua. 

Macabro Maquiavelo amaca Macintosh acá me acaba máquina Cucara Mácara tarado títere titiritero tira el cuero si traes fuera la tirita.  Lero lero Lero lero Lero lero

Político que lata paleolítica. Catálogo de loco por glotona aglutinado gota gota te ha ganado gol del golpe preparado lado a lado. 
A mí me mima memoranda manda más de mano en mano aminorando mi merienda de morir arando arena. ¡Ay! 
¡Ay caramelo! Cara de melón que caramba me lo comió. ¡Que comelón! Melón sandía, melón sandez. De dos en diez, de diez en dos, de diez en dos, ddos en diez, ddos en diez, ddos en dos, ddos en diez, de diez en día. 
Que si Carmelo caramelo come más melón y en celo ¿Con quien te vas con melón o consuelo decirte? 
Que no va a haber bosanova y no va y no va. Y no va a ver bosanova y no va y no va y no va y no va y no va. 


¿Crees que por que tienes un refrigerador lleno, tarjeta de crédito, auto a la puerta y los nenes en un buen colegio, la muerte no puede estar esperando a cualquier momento, cualquier instante en cualquier incierto cierto? Que estoy, que estás, que estamos enfermos de poder. De poder decir que puedo. 
Que me estoy acostumbrando a que me corten el agua cada vez que no me alcanza y no me es grato nada y nada y nada y nada y nada y nada y nada y nada en seco. 
Planeo y planeo y no alcanzo y no llego. 
Me dicen que ya sé si nado y nado nada nada en nada de nadar. 
No va a ser el eterno darle y darle y darle y darle y darle y darle y darle cuerda al misterio.  
¡Ay que miedo! 


Un ruido de goteras 
que escurre en los oídos 
me persigue lentamente por las calles y alucino 
que estoy acorralado por paredes y políticos que astutamente ocultan el trabajo de asesinos. 
Los autos no me escuchan
y cruzo adormecido la mitad del mes 
sin nada más que mierda en el bolsillo. 
De golpe la caída de la bolsa 
mueve el cuadro, me despierta, 
me pregunta y le respondo a un edificio. 
Y le respondo a un edificio. 


Lararara… 
Nanararana… 
Paparapa… 


¡Y retiembla en sus centros la Tierra al sonoro rugir del ladrón! 


¿Cuándo será el eterno darle y darle y darle y darle y darle cuerda al misterio? 
¡Qué miedo!
























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