Donde pone el ojo

Donde pone el ojo, pone la cerradura. Y viceversa. Es el lema de aquel fisgón, que además es cerrajero. 


Publicado

en

, , ,

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *