El rey negro quería ser mimo. Así que le gustaba acercarse lo más posible al rey contrario (por supuesto dejando una casilla entre los dos, ya que no se podía acercar más, o sería capturado por el otro rey). Y entonces se ponía a hacer el acto de tocar una pared invisible que los separaba. Pared que en este caso prácticamente sí existía.
Barrera invisible
por
Etiquetas:
Deja una respuesta