– ¿Por qué tienes esos ojos tan grandes?
– ¡Para verte mejor!
– ¿Por qué tienes esas orejas tan grandes?
– ¡Para oírte mejor!
– ¿Y para qué tienes esa boca tan grande?
– ¡Para besarte mejor! ¿O no te desperté mejor? – respondió sonriendo seductoramente el Lobo a la Bella Durmiente.
Deja una respuesta