Nocturno a Rosario

Tomé el tren nocturno a Rosario. 
Entre cabeceos y sueños, la noche me inspira unos hermosos y extraordinarios versos de amor. 
Lo malo es que mi esposa no se llama Rosario.


Publicado

en

, , ,

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *