—Rezaré —dijo Wazzer.
—Bien. Hazlo —dijo Polly.
Y, aunque era extraño, se sintió un poco más esperanzada.
Maladict tenía alucinaciones,
pero Wazzer tenía una seguridad alrededor de la que podías doblar acero.
Era el opuesto de una alucinación, de algún modo.
Era como si ella pudiera ver lo que era real y tú no.
Terry Pratchett
«Monstruoso regimiento»
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