
Las dos bellas durmientes.
Un día, la bella durmiente del bosque se encontró con la bella durmiente de la ciudad.
Se pusieron a comparar sueños, técnicas para despertar (deseos), tipos de despeinados, poses adormiladas, trucos para no quedarse entumidas… batas, piyamas, sábanas, camas…
Y vieron que no tenían nada en común.
Nada, excepto aquel bobo príncipe azul que iba y las despertaba cada 100 años.
Como ahora, que estaban esperando con ansía volverse a dormir…
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