Microcuento de Ajedrez: Persecución

Al final quedaron únicamente los dos reyes y un alfil blanco.
El rey blanco azuzaba al alfil para que acabara con el monarca enemigo por lo que el pobre alfil lo perseguía por todo el tablero.
El aterrado rey negro corría desesperado hasta que finalmente se detuvo al quedar agotado de cansancio.
Entonces, al quedar por suerte en casilla de color contrario a la del alfil, el rey cayó en cuenta de que el contrario no podía darle mate, por lo que la partida se declaró tablas a pesar de las protestas del rey blanco.

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