Categoría: Ciudades Perdidas
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Ciudades perdidas 111 La clave para encontrar una Ciudad Perdida
La clave para encontrar una Ciudad Perdida es seguir las huellas en el polvo que dejaron los sueños olvidados por sus habitantes.
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Ciudades perdidas 110
Pasar toda la vida buscando la Ciudad perdida y al final darte cuenta de que siempre has vivido en ella.
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Ciudades perdidas 109
Después de una aventura de miles de kilometros, el explorador finalmente llega a la Ciudad Perdida. La ve, mira el mapa, vuelve la vista a las ruinas, examina nuevamente el mapa negando tristemente con la cabeza. No es la Ciudad Perdida que tan afanosamente busca. Debió de haber dado una vuelta equivocada en el camino.
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Ciudades perdidas 108
Hay Ciudades Perdidas que caben en una fotografía, pero no en la memoria
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Ciudades perdidas 107
Aquel erudito ha escrito decenas de libros sobre las Ciudades Perdidas. Es un perito sobre ellas gracias a los miles de datos encontrados en antiguos escritos, y especialmente en su imaginación, los cuales por supuesto deben de ser ciertos porque él es el mayor experto en el tema
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Ciudades perdidas 106
Los Dioses se enfrentan entre sí y cruzan apuestas. Se juegan el destino de los hombres y de civilizaciones completas. Lo curioso del juego es que hay más Ciudades Perdidas que ganadas…
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Ciudades perdidas 105
Nada supera la extraordinaria satisfacción de descubrir una Ciudad Perdida, de darle la bienvenida al mundo conocido, de ponerla al día y reincorporarla al tiempo presente
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Ciudades perdidas 104
El explorador encuentra a la Ciudad Perdida, pero está intrigado. Las ruinas se ven nuevas y relucientes. Después de un tiempo aclara el enigma; encontró la Nueva Ciudad Perdida de Qwerty la cual se convertirá en la Antigua Ciudad Perdida de Qwerty en tan sólo 837 años
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Ciudades perdidas 103
El gran misterio de las Ciudades Perdidas no es su ubicación, sino las extrañas circunstancias que llevaron a su perdición
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Ciudades perdidas 102
La Ciudad Perdida ha estado escondida durante miles de años, dejando pistas falsas, aguardando… Pero ya está aburrida, cansada del juego de estarse ocultando. Se ha escondido tan bien que ahora ni ella misma puede encontrarse