El escritor está preocupado. No encuentra palabras para expresar lo que desea escribir.
Se encuentra paralizado, sin saber qué escribir. Piensa y piensa y rechaza y rechaza una y otra idea. Teme que los críticos, la gente, los conocidos, los desconocidos, todos, no comprendan lo que escribe.
Bueno, piensa, ¿por qué no simplemente escribir sobre lo que le pasa, su vida y sus preocupaciones?
Escribir libremente sin querer quedar bien con nadie. Tal vez, ni siquiera consigo mismo.
Escribir, simplemente escribir. Las palabras que le lleguen a su cabeza.
Así que escribe… Escribe y escribe…
Son ya demasiadas palabras, y el microcuento parece novela.
El escritor está preocupado. No encontraba palabras y ahora todas las palabras lo encuentran a él.
Deja una respuesta